“Hoy
en día los pelados -jóvenes- caen mucho en la violencia. Los pela’os
nacen para morir rápido… porque las políticas públicas que hay ahora
mismo son de destrucción masiva hacia ellos” Kenneth Pearch Melo en
Curundú (documental de Ana Endara, Panamá 2007).
Esta aguda y certera reflexión de Kenneth en Curundú
(el documental de Ana Endara), ese estigmatizado barrio de la Ciudad de
Panamá, es tal vez la mejor manera de resumir el contenido de nuestro
mapa dedicado a las urbes más violentas del planeta, de las que, por
cierto, la capital panameña ocupa el lugar 46. La contundencia de la
afirmación de este crítico y ácido sabio de la calle, hecha hace
alrededor de 5 años, no ha perdido ninguna vigencia. En el Narcorama de Medellín dan con la frase lapidaria que nos podría servir para darle un título al mapa: “pistolas eternas pelados desechables“.
Con
este titular podríamos haber representado dos de los elementos que
pueden explicar la compleja situación de violencia que se vive en las
Américas. Por un lado, la siempre floreciente industria y comercio de
armas (poder y lucro económico) y por otro, el [nulo] valor otorgado a
la vida de una gran masa de habitantes de las ciudades que han quedado
desconectados totalmente del aparato productivo y de consumo (¡qué bien
lo cuenta Zibechi!). Pero este titular nos dejaría por fuera algunos
otros elementos fundamentales que giran en torno al sistema económico
imperante y a su sistema político gestor, dos de los generadores
principales de la violencia soportada en las mega-urbes americanas.
Bueno,
quien quiera seguir buscando explicaciones o respuestas a todo esto
puede continuar leyendo a Agambem, por ejemplo. O también puede escuchar
y ver a Kenneth, ese vecino de Curundú que tiene bastante claridad
respecto a quién es quién en el tema de la inseguridad urbana: “la
verdadera banda son losnarcotraficantes, la gente que trafican droga,
trafican armas; la verdadera banda es el Gobierno, ¡esa es otra banda
insurrecta!” ¿Contradictorio? No me lo parece, más bien me parece un
dardo lanzado directo a la diana…
Si regresamos al mapa, veremos que en él se simbolizan los datos aportados por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C., en su estudio anual sobre la violencia en las grandes ciudades.
Independientemente de quiénes son o para que producen y utilizan estos
datos, me pareció interesante realizar el mapeo de los mismos después de
leer la metodología incluida en su estudio. Con sus posibles fallas y
carencias (reconocidas en la metodología) creo que dan un buen panorama
de uno de los índices que pueden servir para medir la violencia urbana,
por lo menos en este área del planeta.
Los
puntos marcados y numerados en el mapa representan aquellas ciudades
que son consideradas más violentas de acuerdo a un parámetro
estadístico, en este caso una tasa. En el mapa no se representan hechos
de violencia o personas asesinadas sino un coeficiente matemático,
concretamente la tasa de homicidiosdolosos por cada 100.000 habitantes
(insisto, siempre según los datos aportados por la fuente utilizada).
Esta tasa nos permite tener una idea concreta o cuantificable de algo
difícilmente medible de forma directa, como lo puede ser la violencia
urbana. Y el mapa, la representación gráfica georreferenciada de esta
tasa, nos da la posibilidad de conocer dónde se está dando ese desangre
urbanoal que aluden constante y reiteradamente los medios de
comunicación convencionales, masivos y comerciales. Es evidente que
éstos no son ajenos a la situación, y claro, tienen su cuota de
participación en esta cultura del terror y la violencia en la que nos
hayamos inmersos.
Y
a juzgar por lo cotidiano y masivo de su publicación, no será ninguna
sorpresa para nadie encontrar que entre México y el famoso triángulo
norte centroamericano hay 16 ciudades marcadas entre las más violentas
(¡16!, la 1ªSan Pedro Sula en Honduras). Tampoco será sorprendente
encontrar a esas viejas conocidas en esto de la violencia urbana como
Medellín y Cali, aunque eso sí, ahora más alejadas de la cabeza de la
lista que antaño. En cambio, lo que puede resultar sorprendente para más
de una persona es la presencia en el mapa de tantas ciudades
brasileñas, que además, no coinciden con las que aparecen últimamente en
los medios, o sea en el imaginario cotidiano que nos construyen (¿pero
cómo, y no salen en el mapa las favelas de Río de Janeiro con sus
operativos militares y sus narcos? ¿Y Sao Paulo?). Pues no, mega-urbes
como Sao Paulo, Bogotá, Lima o Buenos Aires no aparecen en el mapa
sencillamente porque sus tasas de homicidios dolosos son menores a las
50 primeras, que son las que sí aparecen.
Y
no, Haití tampoco está representada en el mapa. Parece que
Port-au-Prince tampoco debe ser el purgatorio violento que nos pintan
algunos medios. Y sí, también nos preguntamos por los motivos por los
que Caracas tiene la 6ª tasa más alta y el primer puesto en número
absoluto de homicidios dolosos (con 3.164 homicidios, el más alto del
mundo según el referido estudio).
Es
para esto para lo que sirve el mapa que hemos elaborado. Sirve para
hacerse preguntas, para buscar relaciones espaciales o para tener una
buena visión de conjunto. Un mapa, a esta escala (hemisférico) y con
apenas estos pocos y concisos datos, es poco probable que pueda aportar
mucho más a sus potenciales lectores. Por eso, para trascender un poco
los datos mapeados y dotarlos de más significado, le hemos dado al mapa
una envoltura, para nada inocente, que pienso que puede ayudar mucho en
su interpretación. Y a ello le dedicaremos la tercera parte de este
despiece de mapas. Eso sí, antes de cerrar esta entrada, dejaremos que
Kenneth nos dibuje lúcidamente algo sobre esta violencia y sobre los
temoresde la élite dirigente, cosa sobre la que versará nuestro próximo geographiando.
PERIFERIAS URBANAS: MILITARIZACIÓN Y VIOLENCIA
La
gente está emigrando de aquí [Curundú] por la violencia, pero esta
violencia nunca va a terminar porque ella se va a ir expandiendo. Y
hasta las puertas de las casas ellos van a tocar. Ahora mismo eso a
ellos no les preocupa porque ellos se piensan invulnerables. ¿Sabes por
qué? Porque ellos viven en rascacielos y viven en grandes casas que
quizás ellos piensen que nosotros… que las personas no pueden penetrar,
pero cuando ya esto coja fuerza yo creo que lo que más duro van a tomar
son ellos, porque a lo menos nosotros ya sabemos que nacimos para morir,
si nos quitan la vida temprano, pero ellos que lo tienen todo, a ellos
sí les duele eso.”
Transcrito del video Curundú de Ana Endara Mislov. Panamá 2007
Lo
que se intuye del speech de Kenneth lo explicita Zibechi como “el
retorno de lasclases peligrosas” ante el cual es generado reactivamente
el control: “El control de los pobres urbanos es el objetivo más
importante que se han trazado tanto los gobiernos como los organismos
financieros globales y las fuerzas armadas de los países más
importantes. Se estima que mil millones de personas viven en las
barriadas periféricas de las ciudades del tercer mundo y que los pobres
de las grandes ciudades del mundo trepan a dos mil millones, un tercio
de la humanidad”
Raúl Zibechi, Territorios en resistencia. Cartografía política de las periferias urbanas latinoamericanas. lavaca editora, 2008
Por Fidel Mingorance/HREV
Publicado en Otramérica
Vìa:
http://www.elciudadano.cl/2012/05/10/52421/desde-curundu-a-san-pedro-sula-nacidos-para-morir-rapido/
http://www.elciudadano.cl/2012/05/10/52421/desde-curundu-a-san-pedro-sula-nacidos-para-morir-rapido/
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